Favores junio 2015

“Estando en el 5º mes de embarazo comenzó a dolerme el pie izquierdo impidiéndome caminar sin ayuda. Las Hermanas me dieron una reliquia de la Madre indicándome que me la pusiera donde me dolía. Al día siguiente ya noté mejoría; a los tres días estaba prácticamente normal. Mantuve la reliquia hasta que nació mi hija y no he vuelto a tener dolor. Gracias a Madre María desapareció mi dolor de pie”
Mª Dolores Villena, Hornachos – Badajoz, España


“Pedí a Madre María que me echara una mano con un problema grave que tenía. Aunque no está clínicamente demostrado, yo sé que ella me ayudó. Conservo todavía sus postales”
Visi Rodríguez


“Soy viudo y tengo tres hijas. Una de ellas, Pili, padece desde hace tres años fuertes migrañas. Ha estado en varios médicos y le dijeron que eso no se curaba. Comencé la novena a la madre el 29/12/2014 y la terminé el 6/01/2015. Fui viendo a mi hija más alegre y le pregunté si no tenía dolencias y cuándo habían comenzado a remitir. Me dijo justo la fecha en que hice la novena a la Madre. Para mí fue un milagro. Gracias, Madre María, porque has hecho que el Señor conceda el favor a mi hija de librarse de estos dolores”
José Plaza, Orihuela –Alicante, España


“Tengo 48 años. Me puse enferma y tuve una hemorragia. Sangré tanto que sentía gran debilidad en mi cuerpo. Era de noche y no sabiendo qué hacer, sentí el deseo de rezar a la Madre. Mi esposo me acompañaba también en la oración. Los dos podemos dar fe de que nuestra petición fue escuchada pues dejé de sangrar. Cuando despertamos vimos que ya estaba curada y nos acordamos de Madre María ya que ella hizo el milagro”
Marina Rodríguez, Guatemala


“Soy mamá de una niña y tres niños maravillosos. En septiembre de 2013 me sometía unas infiltraciones en el hombro que me contagiaron el virus de la hepatitis B. La doctora mejo que tenía que esperar unos 5 ó 6 meses a ver si mi cuerpo ganaba la batalla al virus. En marzo de 2014 los análisis seguían dando positivo. Compartí mi angustia con las Hermanas de Cristo Crucificado que, con gran cariño me encomendaron a la Madre María. Aunque en mayo el virus seguía activo, no perdimos la fe y seguimos rezando. En septiembre me realizaron una analítica y se había producido un milagro: el virus había desaparecido”
Gema M., Cieza –Murcia, España

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