Peregrinación espiritual

Dios ha permitido esta peregrinación tan consoladora al estar visitando nuestras casitas lejanas. Puedo decirles que si nos encantó los parajes tan hermosos, tan llenos de la grandeza de Dios, mucho más me hizo ver la belleza de las almas de nuestras Hnas, tan llenas de gozo espiritual y deseos de entrega y búsqueda de la voluntad de Dios: Cuanto bendice el Señor a estas Hnas tan queridas suyas, pero… que por ser elegidas de Él, y querer seamos verdaderos apóstoles suyos, y que conozcan somos discípulas de Él, nos dé ocasiones para que demostremos que queremos seguirle, cueste lo que cueste; que como gran Maestro del amor por el bien nuestro, sufrió y padeció dándonos hasta la vida, cumpliendo la voluntad del Padre Dios y Señor nuestro, para la redención del mundo.

En nuestra visita a Santiago Apóstol, mucho duró el abrazo que se da al Santo. No olvidé nada de las necesidades de todas y de cada una de la Congregación  para que seamos verdaderos apóstoles de Cristo, sabiendo como él, imitar a nuestro Divino Maestro Jesús. Al pasar por Ávila, Sta. Teresa a sus pies, otra vez renovar cuanto le pido siempre, pues como Patrona que es de nuestra amada Congregación, nos alcance del Señor, sepamos aprender lo que Él nos amó al elegirnos Hnas suyas, y sepamos corresponderle como ella supo hacerlo, en su consagración y unión que mereció sentir en sus desposorio espiritual, donde Jesús le dijo “ya eres toda mía, y Yo obro por ti”. Todas podemos aspirar no a oír a Jesús, pero si a ser todas de Él, obrando para Él y por Él.
Al salir de Bernardos, fuimos a ponernos a los pies de San Juan de la + y nuevas suplicas y nuevos deseos de ser imitadoras como ellos supieron ser de Jesús. Todo va calando y estos dos Santos parece quieren nos penetremos bien de su gran espiritualidad, pues al venir de Baños para Cabra del Santo Cristo, pasamos por Úbeda, comulgamos en las Carmelitas y después vimos el sepulcro donde fue enterrado primeramente el Santo antes de llevarlo a Segovia, allí está donde murió, la tabla donde pusieron sus restos, y reliquias y sobre todo, pinturas que recuerdan sus grandes almas donde se aprende, donde se tiene que bajar para subir a unirse con Dios.

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Venerable Madre María Séiquer

 

Cuanto nos ayuda el Señor… como nos prepara los caminos, en verdad, justicia, y para hacernos ver lo necesario es llenarse de Dios, para poder dar y comunicar a las almas que nos esperan, deseando ver en nosotras la verdadera fidelidad a la gracia, y este obrar de las Hnas de Cristo, lleno de sencillez y naturalidad, pero todo hecho sobrenaturalmente, por puro amor de Dios; me dirán: “siempre nos dice lo mismo”. Porque mis amadas hijas, es lo que deseo vivamos, con todo empeño, trabajo, para que así sea, en mi la primera, y ver en mi nada, en mi pequeñez, la misericordia de Dios…
 

Cabra del Santo Cristo, Noviembre 1963
Madre María Séiquer Gayá
Archivo General Casa Madre «Villa Pilar»